Duelo de titanes –Schumann y Chaikovski, con Beethoven de fondo– en el próximo concierto de La Filarmónica
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Duelo de titanes –Schumann y Chaikovski, con Beethoven de fondo– en el próximo concierto de La Filarmónica

Concierto para violonchelo y Sinfonía núm. 5, respectivamente, el 27 de febrero en el Auditorio Nacional

Duelo de titanes –Schumann y Chaikovski, con Beethoven de fondo– en el próximo concierto de La Filarmónica
lunes, 24 de febrero de 2025

Grandioso programa el que La Filarmónica ofrece el próximo 27 de febrero a las 19:30 horas en la Sala Sinfónica del Auditorio Nacional de Música de Madrid. Nada menos que el Concierto para violonchelo, en la menor de Schumann y la Sinfonía núm. 5, en mi menor de Chaikovski, con el aperitivo de la delicada y emotiva Obertura Egmont que condensa en pocos segundos la esencia de Beethoven. Todo ello interpretado por la Orquesta Sinfónica WDR Colonia con Andrés Orozco-Estrada como director y Pablo Fernández, con su violonchelo.
 
El director Andrés Orozco-Estrada se muestra ilusionado por su reencuentro con el público de La Filarmónica: “Es una de las temporadas más prestigiosas de Europa. Sentir la tradición y el respeto del público madrileño me empuja a dar lo mejor de mí mismo.” Orozco-Estrada reflexiona sobre la Quinta Sinfonía de Chaikovski, una sinfonía llena de emociones: “Es como el viaje de la vida del ser humano, del propio compositor, pasando por todos los estados de ánimo.” La obra se convierte así en un canto a la vida y a la alegría, a pesar de su presente dramatismo. Para la interpretación del complejo Concierto para Violonchelo se cuenta con el prodigioso madrileño Pablo Ferrández y su Stradivarius “Archinto” de 1689. “Es una obra muy especial, y sin duda uno de los grandes conciertos para este instrumento. Es profundamente íntimo, casi como un diario personal, con momentos de melancolía y otros de una ternura extraordinaria.”
 
Este es uno de los magníficos conciertos que La Filarmónica está ofreciendo en esta temporada y que abarca todas las grandes épocas de la música, desde el Barroco y el Clasicismo hasta las Vanguardias, pasando por el Romanticismo. Desde las grandes obras sinfónicas, que son eje esencial de la temporada, hasta la intimidad de la música de cámara y el recital.
 
Un desafío técnico
 
Curiosamente las dos obras que ofrece la Orquesta Sinfónica WDR Colonia no tuvieron buena aceptación en sus estrenos, aunque hoy son de las mejor valoradas del repertorio musical. El Concierto para violonchelo Op. 129 de Robert Schumann puede considerarse el primer gran concierto para este instrumento. Por ello, sorprende que esta obra haya tenido una recepción muy problemática al principio. Schumann escribió la partitura en 1850, durante sus años en Düsseldorf, pero no se encontró una ocasión concreta ni un solista para un estreno mundial. No fue hasta finales del siglo XIX cuando el Concierto para violonchelo de Schumann finalmente logró su éxito como pieza de repertorio. El concierto consta de tres movimientos y es conocido por su carácter lírico e introspectivo. Es un desafío tanto técnico como expresivo para los violonchelistas, ya que requiere virtuosismo y una profunda comprensión del sentimiento romántico de Schumann como compositor.
 
El concierto se considera una de sus obras más atrevidas y arriesgadas, debido a la extensión de la exposición y la calidad trascendental de la introducción. La obra contiene diversos motivos de gran dificultad técnica e interpretativa. Del mismo modo, contiene hermosas melodías que hacen destacar el talento del violonchelista.
 
Un “fracaso” según Chaikovski
 
En 1888, cuando escuchó por primera vez una interpretación de su Quinta Sinfonía, Piotr Ilich Chaikovski la consideró un fracaso: «Hay algo repulsivo en ella, un colorido exagerado, una falta de sinceridad en la invención que el público reconoce instintivamente...», escribió en una carta a su mecenas. Sin embargo, la obra resultó ser popular entre sus oyentes.
 
Tal vez esa mala impresión inicial se deba a la tonalidad dramática y triste. Básicamente comienza como una especie de marcha fúnebre y de alguna manera está vinculada mentalmente con la Quinta Sinfonía de Beethoven, una referencia para todo compositor que hace inevitable pensar en el famoso "original", y también se escuchan influencias, por ejemplo, en la Quinta Sinfonía de Mahler. Tres magníficas “Quintas” en la historia de la música. De hecho, se dice incluso que hay esta es la razón por la que Brahms se detuvo en la Cuarta.
 
La homosexualidad, un tabú en su época, fue algo con lo que Chaikovski tuvo que lidiar durante toda su vida. En un mundo que le hacía temer las referencias explícitas a su condición sexual, Chaikovski encontró en la música el medio más accesible para expresarse sin miedo. Sus referencias a la homosexualidad se transmitían tan explícitamente como podía. Torció los acordes musicales normativos de su tiempo para representar cualidades anormales, incluso diabólicas, de la música y su narrativa; uno de ellos es el “acorde de la muerte”, que era “poco ortodoxo” en las tradiciones de la armonía.
 
Más información: https://www.lafilarmonica.es
Entradas: https://www.lafilarmonica.es/es/madrid/quinta-de-chaikovski

Colaboran:DIPUTACIÓN DE MALAGAJunta de AndaluciaAyutamiento de Vélez MálagaAyutamiento de Rincón de la VictoriaAyutamiento de Nerja
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